1961. Judgment at Nuremberg. USA. Director: Stanley Kramer.

Conocida en México como Juicio en Nuremberg (Judgment at Nuremberg), Vencedores o vencidos es una excelente película casi documental, sobre el juicio que se realizó a los nazis acabada la Segunda Guerra Mundial.
¿Quiénes son los buenos y quiénes son los malos?
A la hora de preguntarse quién es el verdadero culpable de las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial, lo fácil es señalar a Hitler, Alemania y los países beligerantes. Sin embargo, la cosa no es tan sencilla, porque como dice el film, Hitler fue aupado y financiado por el poder industrial estadounidesense, que luego decidirían su final.

Hay una frase muy llamativa del discurso del abogado del nazi Ernest Janning:
Alemania no es solo cupable. El mundo entero es tan responsable de Hitler como Alemania.
Dicho lo cual, a todas luces suena un tanto estridente que Estados Unidos decida hacer una película sobre toda inmundicia del nazismo, cuando ella mismo aupó a Hitler al poder.

USA enjuicia a Alemania
Estamos ante una película algo ideologizada, que nos muestra a los justicieros como americanos y a los malos como alemanes.

Es cierto que el fim Vencedores o vencidos trata también ofrece buenas perspectivas de los sentenciados nazis. Y es cierto que se apunta que la culpa de todo no sólo es alemana, sino de los países que permitieron a Alemania armarse.
Sin embargo, tampoco olvidemos los hechos. Un juez estadounidense juzgando a 4 alemanes. Bastante claro queda el retrato y más cristalino cuando es Estados Unidos quien hace la película sólo 13 años después. Obsceno.

Un reparto de lujo
Con figuras como Burt Lancaster, Montgormery Clift, Marlene Dietricht o Spencer Tracy siempre es difícil que salga un mal producto. Cuatro camaleones juntos en esta película, que se acompañan de un Maximilian Schell brillante, como defensor de los nazis.

El actor Maximilian Schell consiguió un Oscar, en un papel demasiado estereotipado. Tracy está impactante, pero representa la imagen del Imperio, Estados Unidos, que es quién decide la justicia sobre Alemania y sobre el mundo. El resto del estelar reparto está bastante correcto. Sobresale, como casi siempre, Marlene Dietrich.
A todo ello, hay que sumar el buen hacer de su director Stanley Kramer, famoso por la obra Adivina quién viene esta noche (1967).

Muy interesante, a pesar de todo.
Con El juicio de Nuremberg, el espectador lo pasará en grande con un guión brillante y una oratoria trepidante. Pero, no podrá evitar momentos que le hagan chirriar, porque bien puede pensarse que es propaganda pro-USA, sin por ello dejar de condenar la abominación del nazismo.
