1993. La noche del duende. USA. Director: Mark Jones.
Entretenimiento justito y muy televisivo
Leprechaun (1993), con el sobrenombre de La noche del duende, se trata de una irregular comedia de terror, que tiene el mérito de ser la primera de una saga que rinde culto al duende Leprechaun.
Estamos ante un duende maléfico que causa cierta simpatía en el espectador. Se trata de un ser obsesionado con el oro y la chicas jóvenes, cuyo único punto débil son las hojas de trébol, las cuales le paralizan.
Estamos ante un duende maléfico que causa cierta simpatía en el espectador. Se trata de un ser obsesionado con el oro y la chicas jóvenes, cuyo único punto débil son las hojas de trébol, las cuales le paralizan.
Sorprendentemente, la película fue un éxito moderado en el mercado estadounidense, ya que con un presupuesto de menos de un millón de dólares recaudó 8,5 veces lo invertido, (fuente: IMDB).
Ya desde su carátula, la película inspira una sensación positiva de estar ante un cuento clásico de terror.
Sin embargo, lo cierto es que el film tiene una factura televisiva (no cinematográfica) y no ofrece gran cosa en los apartados técnicos.
En el apartado interpretativo, si es destacable el trabajo de Warwick Davis, cuyo extraordinario papel en Willow (1988) ya es motivo más que suficiente para respetar su trabajo.
Así mismo, el film cuenta con una joven Jennifer Aniston, que año siguiente alcanzaría el estrellato con Friends (1994).
Sin embargo, lo cierto es que el film tiene una factura televisiva (no cinematográfica) y no ofrece gran cosa en los apartados técnicos.
Warwick Davis y Jennifer Aniston
Así mismo, el film cuenta con una joven Jennifer Aniston, que año siguiente alcanzaría el estrellato con Friends (1994).
La película tiene muchas cosas destacables, como la idea de localizar la trama en una casa rural, en parte aislada de vecinos que puedan ayudar. Así mismo, el film cuenta con un niño entre los protagonistas, lo que acerca esta producción a un público pre-adolescente. También señalar que la música tampoco desentona.
Sin embargo, el film carece de una fotografía e iluminación adecuadas, haciendo que el producto parezca muy casero. Es el primer trabajo de Mark Jones y es curioso que dos años después dirigiese Rumpelstiltskin (1995) una película muy similar a la que nos ocupa, aunque con el protagonismo de un gnomo que, si cabe, es más agresivo que Leprechaun.
En todo caso, el film no es demasiado violento y está rodado con cierta delicadeza, tratando de fijarse en pequeños detalles de la acción. Estuve dudando entre darle un 4 o un 5, pero este última cuestión me pareció muy positiva, viendo que los films de terror actuales han abusado demasiado del gore, con la consiguiente pérdida de efectividad de las películas.
De Gnomos, duendes, trolls y otras hierbas
A la hora de contextualizar el film, me vienen a la mente productos como el ya mencionado Rumpelstiltskin (1995), nombre del gnomo del mismo nombre; Torok, el troll (1986) y su continuación Troll 2 (1990 con trolls como protagonistas; Pacto de sangre (1988) al servicio del demonio Pumpkinhead o Wishmaster (1997) con los demonios Djinn, entre muchas otras.
En definitiva, se trata de una obra que entretiene y tiene cierto carisma, a pesar de que técnicamente deja mucho que desear.
