El ladrón de Bagdad

1924. The Thief of Bagdad. USA. Director: Raoul Walsh.

The Thief of Bagdad, 1924



El ladrón de Bagdad (1924) es una de las mejores películas del cine de aventuras de los años veinte y de los propios orígenes del cine, aunque éste ya llevaba treinta años vivo y coleando desde su nacimiento allá por 1895 o incluso antes.

Todos aquellos que han visto el clásico de Disney Aladin (1992) encontrarán un gran parecido con la película de que nos ocupa, dirigida por el prolífico Raul Walsh.


El ladrón de Bagdad, 1

De ladrón a príncipe


El ladrón de Bagdad (1924) es la historia de un joven ladronzuelo y pícaro que en el transcurso del robo al palacio real, acabará enamorado de la princesa de aquel lugar.

A partir de aquí, la película es un film de aventuras con toques mágicos, donde el protagonista tratará a toda costa de conseguir el amor de la princesa, para lo que tendrá que competir contra otros candidatos más poderosos que él, ya que el padre de aquella sólo la casará con quién demuestre poseer los objetos más extraños del mundo.


El ladrón de Bagdad, 2

La película El ladrón de Bagdad tiene muy buenos efectos especiales para la época. Sus decorados de cartón piedra no le restan exotismo a la aventura oriental que nos ofrece el film. La ambientación logra situarte en un mundo distinto, un Oriente que tal vez tenga más de ensoñación que realismo, pero que logra seducir al espectador.


El ladrón de Bagdad, 3

Douglas Fairbanks y el cine


Como ya es de sobra conocido, en esta época del cine era muy normal que una misma persona ocupara varios cargos en un film, como en los trabajos de Buster Keaton y Charles Chaplin que escribían, dirigían y protagonizaban ellos mismos. En esta ocasión, tenemos una fabulosa interpretación de Douglas Fairbanks, que es a la vez guionista y productor.

El ladrón de Bagdad, 4

La película El ladrón de Bagdad consigue su propósito, que es transportarnos a los cuentos árabes, tales como Las mil y una noches,  Simbad el marino o Alí Babá y los cuarenta ladrones.

Cierto es que se le podría achacar al film una irregular dirección, por parte de un Raul Walsh del que pocas obras salvaría de su filmografía, de la que sobresale El mundo en sus manos (1952).


El ladrón de Bagdad, 5

Existe otra versión de El ladrón de Bagdad que la crítica la considera algo inferior al film que nos ocupa. Sin embargo, el film rodado por Ludwig Berger, Michael Powell y Tim Whelan, es en mi opinión superior a éste, con una estética más seductora.


El ladrón de Bagdad, 6

En definitiva, El ladrón de Bagdad no es una gran película en su ejecución, pero permite lograr la inmersión del espectador en las aventuras del protagonista, a la vez que te transporta a un Bagdad legendario y mitológico.

Dedico esta crítica al actor Douglas Fairbanks, que está soberbio en el film.

El ladrón de Bagdad, 7