Cecil B. Demente

2000. Cecil B. DeMented. USA. Director: John Waters.

Cecil B. Demente, película
Cecil B. DeMented, 2000


Otra dosis de John Waters


Cecil B. Demente (2000) es una comedia negra de la factoría Waters, excesiva y exagerada, que aborda el secuestro de una estrella de cine (Melanie Griffith) por el director de cine Cecil B. Demented, que pretende hacer un alegato antihollywodiense en su nueva producción.

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La película es una pieza más en la comedia irreverente de la marca Waters, donde el verdadero cine se identifica con pegar cuatro tiros al público, incorporar pornografía y palabras mal sonantes.

Cecil B. Demente, 2

El film cuenta la historia de un secuestro de una importante estrella de cine por parte de un grupo de cineastas revolucionarias que quieren denunciar la industria de Hollywood. Argumento interesante, sino fuera por su fuerte carga de sensacionalismo.

Cecil B. Demente, 3

La película es cómplice de su propio alegato. Desde luego que es "fácil" criticar a la industria de Hollywood después de haber rodado con estrellas del mainstream como Melanie Grifith, Johnny Deep, Tracy Ulman, etc.

¿Cine indie o cine Waters?


Pese a la crítica al cine industrial y la alabanza del cine indie que contiene Cecil B. Demente es imposible disociar la palabra "Waters" de una marca comercial de contestación, con su público adepto y con rentabilidad asegurada. Waters no deja en ningún momento de ser Waters porque es ya un subproducto de Hollywood que asegura un porcentaje de audiencia cautiva. 

Cecil B. Demente, 4

Algo así le pasa a Almodóvar, Jean Pierre Jeunet, Woody Allen, etc... que sin dejar de ser importantes genios, responden a los mismos patrones a lo largo y ancho de su filmografía.

De John Waters, no obstante, salvaría dos obras como son el musical Cry Baby (1990) que se encuentra entre mis películas favoritas y la comedia negra Los asesinatos de mamá (1994). Ambas son películas bastante provocadoras, pero con algo más de sensatez respecto de la película que nos ocupa, la cual es un producto demencial, apelando a su propio nombre.

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Dentro de la amplia gama de directores con un sello propio, siempre habrá que destacar al magistral Kubrick, capaz de cambiar de registro y de reinventar su propio cine en cada película, pese a que ninguna de sus producciones me convenza en exceso. Pero como él hay muy pocos. Y Waters es un escolar al lado de Kubrick. Aquí lo demuestra claramente.

Una película esperpéntica


En definitiva Cecil B. Demente es una película que en su afán de denuncia de las convenciones sociales y el mundo de Hollywood llega a convertirse en un esperpento inclasificable.

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Esta crítica o comentario se lo dedico a los defensores de la no violencia, tanto en la vida real, como en el cine.

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