1996. The Mirror Has Two Faces. El espejo tiene dos caras. USA. Director: Barbra Streissand.
Enternecedora película con el sello Streisand
El amor tiene dos caras (1996), conocida en Latinoamérica como El espejo tiene dos caras, del inglés The mirror has two faces es una de mis películas favoritas. Estamos ante una historia de amor, a favor del romance más espiritual y menos físico. Un film a favor del amor incondicional, eterno, trascendente. Amor del bueno.
Esta película tiene algo especial que, bajo un aparente ropaje de telefilm, consigue cautivar al corazón de cualquier espectador. Aunque la película no destaca por su puesta en escena, o montaje, sí cuenta con un guión, fotografía y música excelentes y un reparto fabuloso que logra llevar a cabo una interpretación de altos vuelos.
La belleza no lo es todo
La historia de El amor tiene dos caras es una de las bazas, porque relaciona el aspecto físico y el deseo de amar, una cuestión de gran actualidad, en una sociedad dominada por el imperio de la imagen. En este sentido, la película ofrece un claro mensaje a favor del amor interior.
Sensacionales Barbra Streisand y Jeff Bridges
No puede obviarse que la película está hecha como anillo al dedo para Barbra Streisand, la cual interpreta y dirige, lo que sin duda predispone al espectador en cierta alerta. Hay algo en la factura de este film que lo hace especial. Y es que, acostumbrado al cine dirigido por hombres, este film tiene un sello femenino único, que lo hace especial.
La famosa actriz y cantante Streisand logra salir airosa porque su interpretación es antológica, logrando que cualquier espectador se enamore de ella, sin esperar las vacilaciones de Bridges o Brosnan.
Señalar también que Jeff Bridges borda su papel. No en vano, estamos ante un actor varias veces nominado al Óscar, que finalmente ganaría en 2009 con el film Corazón Rebelde. Es un actor que me gusta bastante y con el que he difrutado en films como Al filo de la sospecha (1985) y Starman (1984)
Una película que muestra la otra cara del amor
En definitiva, la película El amor tiene dos caras logra la identificación del público con la historia, porque este no se ve lejano de las vicisitudes que vive Streisand, ya que las conquistas amorosas nunca fueron un tema sencillo para la mayoría de los mortales.
El amor no sólo es físico, sino también psíquico o espiritual. Éste último es el más importante. No cabe duda.