Un americano en París

1951. An american in París. USA. Director: Vicent Minelli. 

Un americano en París, película
An american in Paris, 1951

Y así París llegó a ser la ciudad del amor


Un americano en París se trata de una película de gran éxito mundial, que alcanzó el sexto puesto de las películas más vistas en Estados Unidos en 1951, año en el que Quo Vadis se hacía con el liderato en la taquilla (fuente: Wikipedia), pero no con el Oscar.

Un americano en París, 1

Un canto al amor, a París y a Francia


La película es un canto al amor, ese concepto re-significado ampliamente durante el Romanticismo del siglo XIX como exaltación del espíritu y, de nuevo, re-escrito como el exponente máximo de la felicidad personal en los guiones de Hollywood.

El film es también la mejor contribución al futuro posicionamiento de París como ciudad de los enamorados junto con Moulin Rouge (1952) del año siguiente, algo de lo que el cine siempre fue cómplice.

Un americano en París, 2

La obra consigue transmitir una cierta magia, combinando la musicalidad y la comicidad. Gene Kelly, sin ser un gran comediante, en esta ocasión está a la altura del mejor "Jack Lemmon", acaparando la centralidad del film.

Un americano en París, 3

Francia y Estados Unidos, amantes del cine


¿Cómo entender el por qué de una película sobre un americano feliz (mejor dicho estadounidense) en París en 1951, sólo 6 años después de acabada la 2º Guerra Mundial? Fácil. Francia y USA siempre fueron aliadas. Hay que recordar que Francia regaló a Estados Unidos uno de sus mayores símbolos: la Estatua de la Libertad.

Un americano en París, 4

Una lectura política podría apuntar a que está película es el regalo que USA debía a Francia. Era el regalo en forma de cine para manifestar el agradecimiento hacia un país aliado. Todo bien. Los regalos entre amigos son algo normal, siempre que el espectador lo sepa.

Un americano en París, 5

Un musica redondo


Sin duda, se trata de un obra que le salió redonda a Minnelli consiguiendo una nominación al Oscar como mejor director, premio que acabaría llevándose siete años más tarde con Gigi (1958). Además, su actor protagonista Gene Kelly consiguió volver a ensalzar los números musicales a piezas antológicas, sucediendo a Fred Astaire en el trono de las coreografías.

Un americano en París, 6

De lo que no cabe duda es que a la Academia de los Óscar le gustan los musicales, como lo demuestra la ingente cantidad de películas ganadoras de la estatuilla dorada en la categoría de Mejor Película: La melodía de Broadway (1929), Cabalgata (1933), El gran Ziegfeld, (1936), Un americano en París (1951), Gigi (1958), Sonrisas y lágrimas (1965), Oliver (1968), West side story (1961), My fair Lady (1964), Chicago (2002) junto a Amadeus (1984), que no puede incluirse totalmente aquí. 

En definitiva, una película para y por la música, que hará las delicias de los aficionados al género.

Un americano en París, 7