1987. USA. Director: Albert Band.
Conocida como El secreto del ácero, Ghoulies II es una nueva incursión en la comedia de terror de serie B, tratando de animar más la saga, ambientándola en un parque de atracciones, para que los monstruos puedan divertirse.
Entre los Gremlins (1984) y los Critters (1986). II Parte
Una película que recaudó 35 millones de dólares invirtiendo sólo uno, tenía que tener una continuidad. Los creadores de los Ghoulies (1985) dejaron atrás la estética oscura de la primera parte y decidieron hacer de sus criaturas unos seres algo más divertidos y entrañables, aunque nunca igualarán a los Gremlins (1984) o los Critters (1986) y sus continuaciones.
La película tiene a su favor la novedosa localización que suponen los escenarios de una feria ambulante, algo que también veremos en la terrorífica Santa Sangre (1989), dos años después en el ámbito circense.
Ghoulies II sería la última película de la saga Ghoulies de la productora Empire Pictures, que tiene en su haber clásicos como Reanimator (1985) o Terrorvision (1986), que tan buenas noches nos han hecho pasar.
El film tiene un aire de familia con El amo de las marionetas (1989), en cuanto a la forma de moverse de los bichos, que en esta ocasión han superado la parálisis de la primera parte. Así mismo, el hecho de que se cuente con niños entre los personajes protagonistas es una novedad entre estas criaturas, algo que también se repetiría en la saga gemela de los Critters (1984) y sus secuelas, siendo Critters 3 (1989) el film más infantil de todas ellas.
En todo caso, en esta época todavía no era muy frecuente ver niños protagonizando films de terror, aunque hay excepciones como El resplandor (1980), Poltergeist (1982) o Invasores de marte (1986), entre otras.
El referente argumental más cercano de Ghoulies 2 es La casa de los horrores (1981) de Tobe Hooper, que también se desarrolla en una feria ambulante, a la que acuden jóvenes en busca de emociones fuertes.
Esta segunda parte de los Ghoulies ofrece más "diversión" que su primera, aunque la atmósfera de terror brilla totalmente por su ausencia. Si a esto le sumamos su calidad de telefilm y el hecho de ser una secuela su puntuación no mejora, aunque es posible que genere mayor simpatía.
El argumento sigue abordando cuestiones como las invocaciones y conjuros, además del satanismo presente en el propio nombre de la camioneta de feriantes "Satan's Den".
Sin embargo, no cabe duda de que en Ghoulies 2 ya han dejado atrás las presentaciones sobre quienes son este tipo de "ratas deformes" y ahora lo importante es verlas en acción. Así pues, esta segunda parte se parece más a la saga Gremlins que la anterior, la cual tenía más bien una estética de brujería del tipo Warlock, el brujo (1989).
Sin embargo, no cabe duda de que en Ghoulies 2 ya han dejado atrás las presentaciones sobre quienes son este tipo de "ratas deformes" y ahora lo importante es verlas en acción. Así pues, esta segunda parte se parece más a la saga Gremlins que la anterior, la cual tenía más bien una estética de brujería del tipo Warlock, el brujo (1989).
En definitiva, Ghoulies 2 puede gustar mucho más que Ghoulies 1, porque la estética y el argumento son muy diferentes. En todo caso, ambas son olvidables.
