Tarde de perros

1975. A dog day afternoon. USA. Director: Sidney Lumet.

Tarde perros, película
A dog day afternoon, 1975



Al Pacino se come la pantalla

Tarde perros, 1

Tarde perros, (1975) es quizás la película más famosa del excelente director Sidney Lumet, por delante de la excelente Network y de la, en mi opinión, obra menos reconocida Veredicto final.

La película se centra en el atraco a un banco de unos delincuentes inexpertos. Lo que pretendía ser un acto de corto tiempo se convertirá, de forma imprevista, en un trampa para los atracadores, que deberán secuestrar a los clientes de la sucursal bancaria con el objeto de buscar una salida airosa.

Tarde perros, 2

Esta producción me recuerda en cierto modo a la posterior Un día de furia (1992) donde un tipo corriente pasará de un momento a otro a convertirse en un violento personaje anti-social. En las dos películas, se hace hincapié en el hecho extraordinario de lo sucedido: una tarde que se convierte en un infierno (un tarde de perros) o un día que pasa a ser algo fatídico (un día de furia). Además, el título que se dio a la película que nos ocupa en portugués señala mucho esta similitud:  Um Dia de Cão (Un día de caos).

El film Tarde perros se centra en la tensión que se desarrolla tras el secuestro de un banco, por unos ladrones comunes, pero con unas motivaciones sui géneris, más fruto de los caprichos de momento que de una planificación rigurosa. Sidney Lumet, como ya demostrara en Network, un mundo implacable, (1976), muestra su interés por la espectacularización de la vida por parte de los medios de comunicación. En este caso, el secuestro y atraco del banco darán pie a todo tipo de reportajes no sólo de los atracadores, sino de sus conocidos, además del compañero travesti del protagonista.

Tarde perros, 3

Al Pacino se come la pantalla gracias a la interpretación de un personaje esquizoide del que todo cabe esperar. Sin embargo, no podemos olvidar que su papel de histriónico y enfermizo personaje no tiene nada de admirable. Que la interpretación sea muy buena, no quiere decir que se pueda empatizar con este personaje.

La película Tarde perros es un canto al suspense, que se genera, a través de una trama tensa y dramática. Y Lumet hace como nadie su buen oficio a la hora de poner en escena la interrelación entre los ladrones y la esfera policial. El film es un prodigio en el terreno del montaje. Y es que este director ya nos demostró en su primera película 12 hombres sin piedad (1957) la capacidad que tiene para hacer que las escenas se sucedan a un ritmo vertiginoso.

Tarde perros, 4

El film es un producto entretenido, de fácil digestión. Sin embargo, si entramos en el terreno de su trasfondo, esta propuesta cojea. Es cierto que se esconde una crítica hacia la espectacularización que los medios de comunicación ofrecen de la sociedad. Sin embargo, eso está más logrado en Network, su siguiente film, más centrado en la propia realidad de las televisiones más volcadas a las audiencias que a los valores sociales. Pero la película es más un producto de acción, más del tipo Speed (1994) o  Heat (1995) que una verdadera reflexión sobre nada. Todo muy pirotécnico a la vez que carente de un mensajes claro y contundente, más que el de sembrar el rubor en el espectador.

Profundizando en la parte negativa, el film se me antoja muy violento, aunque no tanto como el esperpéntico Funny Games (1987) de Haneke. Que la intención del director era reflexionar soba la violencia no lo discuto. Sin embargo, el producto que se nos ofrece juega en exceso a ser provocativo y a tratar de explotar al máximo las emociones más bajas de las personas, como son las que tienen que ver con su lado violento y agresivo.

Tarde perros, 5

Por último, mencionar que esta película forma parte del subgénero de secuestros en locales públicos, siendo la muestra más perfecta respecto de otras como la española La estanquera de vallecas (1987), la espectacular Jungla de cristal (1988) o Cadillac Man (1990) con Tim Robbins y Robin Williams, más en tono de comedia.

En definitiva, la película Tarde perros es un film, que aunque ha sido muy elogiado por las dotes de Al Pacino y el virtuosismo técnico de su director, cojea en el terreno propositivo, no sabiendo muy bien el espectador cuál es la intencionalidad social de la película, más allá de provocar y reflejar la espectacualización mediática de al vida.

Tarde perros, 6

Dedico esta crítica a John Cazale, auténtica contraparte de esta película y recomiendo su actuación en el film El cazador (1978).