Matar a un ruiseñor

1962. To Kill a Mockingbird. USA. Director: Rober Mulligan.

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To Kill a Mockingbird, 1962


Matar a un ruiseñor (1962), traducción de To Kill a Mockingbird, es una excelente película-alegato contra contra el racismo, todavía una realidad en Estados Unidos en el momento en que Mulligan rodó el film.


Cuando menos te lo esperas... aparece un ruiseñor

Matar a un ruiseñor (1962) es una muy buena obra merecedora del Óscar a Mejor Película, aunque bien es cierto que Lawrence de Arabia también era una perfecta candidata, además de ser líder absoluta en recaudación aquel año. La obra que nos ocupa ocupó un digno noveno puesto obteniendo 7 M. de dólares en las salas de USA (fuente: Boxofficemojo)

La película narra la defensa judicial de Tom Robinson, un hombre negro acusado de matar a una mujer blanca, por el abogado Atticus (Gregory Peck). Pero la novedad de la película es que todo este caso es visto desde los ojos de los hijos pequeños de Atticus: Scout y Jem.

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Así, pues lo que podría haber acabado siendo un alegato antirracista más en la historia del cine, gracias a la perspectiva de los niños, se acaba convirtiendo en una obra de lo más original sobre una de las lacras más persistentes de la humanidad como es el racismo.

Y es que la película tiene escenas vibrantes, que ponen de manifiesto los pies de barro sobre los que se sustenta la ideología racista, cuando se escarba mínimamente en sus fundamentos.

Una de esas escenas conmovedoras tiene lugar cuando una horda de hombres armados del pueblo se dirigen a matar al hombre negro que custodia Atticus. Gracias a los niños, que llegan antes de la acción fatal, los hombres no tendrán más remedio que echarse atrás, habiéndose dado cuenta que por encima de cualquier deseo de venganza está la dignidad y pureza de unos pequeños inocentes, a los que no nunca podrían ocasionar ningún daño moral.

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Robert Mulligan, el director, divide la obra en dos partes claramente diferenciadas, que se ajustan bastante bien a una hora más o menos cada una de ellas.

1) En la primera, tenemos la presentación de Atticus, como el abogado honrado, implacable ante los malhechores, sometido al imperio de la ley y precursor en la defensa de unos "non natos" derechos humanos. También conocemos a sus dos hijos, pequeñas criaturas educadas en la cultura de paz y en el libre pensamiento.  
2) La segunda parte de la obra es cine judicial en toda regla, muy al estilo de El sargento negro (1960) de Ford, de guión similar, donde se investiga también el asesinato de una mujer blanca y el acusado es otro hombre negro.

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La película cuenta con un director, Robert Mulligan, no lo suficientemente reconocido con obras que merece la pena ver como Verano del 42 (1971) o Un verano en Louisiana (1991), las cuáles se destacan por su gran sensibilidad narrativa.

El film tiene un aire de familia con La noche del cazador (1955) de Robert Laughton, donde unos niños que viven en un contexto rural también deberán enfrentarse a la cara más amarga y oculta de la naturaleza humana. Así mismo El cebo (1958) de Ladislao Vajda, sobre el asesinato de una niña en un pueblo suizo también es un referente estético anterior.

Siempre son de agradecer las películas anti-racistas, que nos recuerdan hasta que extremos de sinrazón pueden llegar las personas en su odio ilógico de los otros, los que son separados por las meras diferenciadas físicas y/o culturales, olvidando el postulado antropológico de la “unidad psíquica de la humanidad”.

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Por último, me gustaría apuntar que el cine español, a menudo tan criticado por su excesivo moralismo, debería tomar nota de películas como ésta, donde la reflexión ética no deja de ser un trasfondo de un material de cine en estado puro.

- Temas: el racismo, los prejuicios y estereotipos, la inocencia infantil, la justicia social, la defensa de los derechos humanos.

- Mensajes de la película:

(1)- El racismo aflora en su plenitud cuando se necesita un chivo expiatorio.
(2)- No podemos pre-juzgar a una persona en particular por el estereotipo que algunos aplican a un grupo en general.
(3)- Es muy fácil condenar a una persona, cuando la gente se deja llevar por la irracionalidad de las masas.
(4)- La razón siempre debe estar por encima de los instintos momentáneos.
(5)- De la persona que menos esperas puedes tener la ayuda más incondicional.

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- Frases/párrafos de cine:

(1)- (Mi padre me) … "dijo que no olvidase que matar a un ruiseñor era un grave pecado… porque supongo que los ruiseñores no hacen otra cosa que cantar para regalarnos el oído. No picotean los sembrados, no entran en los graneros a comerse el trigo, no hacen más que cantar con todas sus fuerzas para alegrarnos".
(2)- “Si consigues aprender una sola cosa, te llevarás mucho mejor con todos tus semejantes. Nunca llegarás a comprender a una persona, hasta que no veas las cosas desde su punto de vista… hasta que no logres meterte en su piel y sentirte cómodamente.
(3)- “No había nadie capaz de explicar las cosas con tanta claridad como Atticus y aunque esa cualidad suya no nos sirviera para despertar la admiración de nuestros amigos, Jem y yo (Scout) teníamos que admitir que en eso era un maestro".
(4)- “Hijo, hay muchas cosas feas en este mundo. Me gustaría evitar que las vieras pero no es posible”.
(5)- “Hay hombres en este mundo que han nacido para cargar con las tareas desagradables de los demás. Tu padre es uno de ellos”.
(6)- “Atticus dijo una vez que nunca se conoce realmente a un hombre hasta que uno se ha calzado sus zapatos y caminado con ellos. Sólo con permanecer en el porche de los Radley bastaba para eso”.

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- Películas similares (racismo): Encrucijada de odios (1947), La barrera invisible (1947) El sargento negro (1960), En el calor de la noche (1967), El color púrpura (1985), Arde Mississippi (1988) La lista de Schindler (1993), American History X (1998).

- Puntos positivos: excelente fotografía, muy buena banda sonora, perfecta interpretación de Gregory Peck.

- Puntos negativos: cierto exceso de virtuosismo en la figura de Atticus, echándose de menos un perfil que nos hablase más de sus debilidades humanas.