1954. Seven samurai. Japón. Director: Akira Kurosawa.

Los siete samuráis constituye una experiencia auténtica y un clásico del cine de acción y aventuras contemplativo y pausado, donde cada combate se torna en una alegoría de dimensiones épicas.
Cine fraternal, de carne y hueso, tan auténtico como único.
Estamos ante una producción que, con un sello y mirada muy personal, responde a los patrones arquetípicos de los relatos comerciales: buenos y malos, un pueblo explotado por unos bandoleros, unos héroes samuráis que lucharán por proteger al pueblo explotado y el triunfo de los buenos sobre los malos.

Cine de acción a la japonesa
Es por tanto, el típico argumento que desarrollan habitualmente las películas de Hollywood donde un héroe de acción, ya sea Bruce Willlis, Arnold Schwarzenegger o Sylvester Stallone se enfrenta a los malos, con el fin de que se haga justicia y todo vuelva a la normalidad.
Es por tanto, el típico argumento que desarrollan habitualmente las películas de Hollywood donde un héroe de acción, ya sea Bruce Willlis, Arnold Schwarzenegger o Sylvester Stallone se enfrenta a los malos, con el fin de que se haga justicia y todo vuelva a la normalidad.
La variante de Los siete samuráis es que en vez de ser únicamente un solo héroe, aquí son 7 con la ayuda del pueblo acechado, ya que por algo la película dura casi 4 horas.
Además, en vez de atacar con la clásica recortada o con un revolver del 38, aquí se lucha con katanas, que para eso estamos en el Japón feudal, en plena vorágine de samuráis.
Por último, aunque los héroes representan la justicia, no actúan bajo un ideal de buenismo edulcorado, sino que como aguerridos mercenarios están al servicio de una recompensa en el terreno económico o de su fama.
Además, en vez de atacar con la clásica recortada o con un revolver del 38, aquí se lucha con katanas, que para eso estamos en el Japón feudal, en plena vorágine de samuráis.
Por último, aunque los héroes representan la justicia, no actúan bajo un ideal de buenismo edulcorado, sino que como aguerridos mercenarios están al servicio de una recompensa en el terreno económico o de su fama.

Kurasawa y su mirada humana
Kurasawa, el director, fue un adelantado a su época y espacio en el abordaje intimista del conflicto humano. Frente al exceso de pirotecnia y sobresaltos de las producciones de acción al uso, el maestro japonés al igual que el estadounidense John Ford o el italiano Sergio Leone fueron especialistas en mostrarnos el conflicto interior del guerrero, desde su parte más humana y cercana.
Kurasawa, el director, fue un adelantado a su época y espacio en el abordaje intimista del conflicto humano. Frente al exceso de pirotecnia y sobresaltos de las producciones de acción al uso, el maestro japonés al igual que el estadounidense John Ford o el italiano Sergio Leone fueron especialistas en mostrarnos el conflicto interior del guerrero, desde su parte más humana y cercana.
Y es que el cine de Kuraosawa supone un claro contrapunto frente al panorama del cine mundial de acción de los 50, donde las películas estaban dominadas por personajes de corte machista del estilo de John Wayne (Río Bravo, 1959), gigolós del tipo de Glenn Ford (Furia en el valle, 1958) o seductores “varoniles” como Clark Gable (Mogambo, 1953), entre otras especies de la flora y fauna made in USA.

Sin embargo, el director japonés, sin renunciar a la película-entretenimiento, ofrece en Los siete samuráis, un producto de acción y aventuras muy diferente, porque se atreve a ir más allá del fuego cruzado para ofrecernos un retrato crudo de los personajes, para mostrarnos sus flaquezas y miserias, sus miedos y anhelos, sus angustias y temores… en definitiva, donde se aborda todo lo que le falta a los héroes norteamericanos para ser personajes auténticos, de carne y hueso.
Por tanto, es necesario reconocer que los amantes del cine de Kurasawa son auténticos gourmets del cine con poso, que no tiene miedo a dialogar con el otro desde el yo más profundo, que gustan de un cine fraternal, que te sumerja en una relación verdadera y cálida, tan profunda como la expuesta en su posterior obra Dersu Uzala (1975).
Un film espectacular
El film que nos ocupa destaca en todos sus apartados, desde una fotografía y puesta en escena poderosas, hasta una banda sonora épica, pasado por unos personajes antológicos y un guión atractivo que te convence y atrapa, porque apela a una temática universal: la lucha contra la injusticia, y el triunfo del bien sobre el mal.

En definitiva, Los siete samuráis es una obra maestra del cine de acción y aventuras tanto en su concepción como en su resultado, algo imposible de no reconocer aún no sintiendo gran atracción por los samuráis.
- Frases memorables:
1)."cierto, osea que debemos buscar a un samurái hambriento, incluso los osos salen de los bosques cuando tienen hambre"
2)."escuchad amigos, yo os aconsejo que améis mucho a vuestras mujeres esta noche",
3).“estamos todos en el mismo barco, el egoísmo nos destruirá y eso no lo toleraré".

- Temas: honor y valor, samuráis, batalla entre el bien y el mal, preparación para el combate, explotación del campesinado.
- Películas similares: “Trono de sangre” (1957), “Rashomon” (1950), “Yojimno” (1961), “Dersu Uzala” (1975), “Kagemusha, la sombra del guerrero” (1980) “Ran” (1985),
- Puntos positivos: envidiable y sobresaliente factura técnico-artística, con especial realce de la fotografía.
- Puntos negativos: quizás… su larga duración.