2008. USA. Director: Clint Eastwood.
De las 608 películas estrenadas en USA en 2008, Gran Torino ocupa la sobresaliente posición número 12, año en que El caballero oscuro fue la opción más vista. Con un presupuesto de 33M, el film recaudó 270 en todo el mundo (fuente: Boxofficemojo), cifra lejana a los 1000M de la obra de Cristopher Nolan.
El ojo por ojo santificado
A la hora de hacer la crítica del film, nos encontramos ante una paradoja. Y es que, aunque parece ser una propuesta contra el racismo, tiene un aire de condescendencia con éste. A esto se añade su visión santifica del “ojo por ojo”, como si Harry Callahan (Harry el fuerte, 1971) estuviera todavía en la mente del director.
Y es que, la gran duda que sugiere el film es si Eastwood está contra el racismo sin ambages o justificando que éste pueda ser una posición comprensible. Para ello, no se pueden obviar unas lineas sobre el actor de quién hablamos cuando a esta Clint Eastwood nos referimos:
- (1) un intérprete que ha encarnado a los personajes más violentos de la pantalla: el pistolero Joe de las películas de Sergio Leone; el policía Harry Callahan en la saga de Harry el sucio (1971) y siguientes; un matón de tres al cuarto en Duro de pelar (1978), etc…
- (2) cuyas películas no dejan lugar a dudas de que hablamos de un "personaje" en la alegalidad (El fuera de la ley”, 1978), además de violento (Los violentos de Kelly, 1970) y con ganas de lucha (La gran pelea”,1980), con armas (Licencia para matar, 1975) y personalidad suicida (Ruta suicida”, 1974), entre otras virtudes.
- (3) que aunque ha intentado redimirse (Sin Perdón, 1992) y mostrar su lado más tierno (Los puentes de Madison, 1995),
- (4) no parece que tenga muy clara la idea de justicia legal (Mystic River, 2003), donde los asesinos pueden quedar libres y se da vía libre al “ojo por ojo”.
Y es que no hay que olvidar la discusión que Eastwood tuvo con el director negro Spike Lee cuando éste le reprochó que no incluyera ningún actor negro en sus películas Banderas de nuestros padres (2006) y Cartas desde Iwo Jima (2006). La respuesta del Jinete pálido (1985) al director de Crooklin (1993) fue: “cállate la boca”.
También es sospechosa su postura de defensor del republicano Romney contra el demócrata Obama en las elecciones de USA de 2012, señalando la necesidad de que llegara un presidente “decente” y afirmando que “el presidente Obama es el timo más grande que nunca se haya perpetrado al pueblo americano”.
En todo caso, ser conservador no es sinónimo, ni por asomo, de complicidad con el racismo. Sin embargo, el discurso y la trayectoria de Eastwood dejan muchas dudas en el tapete sobre el verdadero trasfondo de su cine y sus intenciones morales.
Así pues, la gran pregunta a la hora de analizar es film es: ¿se da a entender que el racismo es "inerradicable"? Mi opinión es que el film trata de justificar que exista cierto racismo, mostrando cierta condescendencia con sus causas, debido a diversos agentes que culpabiliza: la diferencia de costumbres que tienen los inmigrantes; la inadaptación de estos al “american way of life”; los traumas y cargas del pasado con los que se han tenido que enfrentarse las personas (ej. Guerra de Corea), etc.
Aún así, el film no es descabelladamente malo, aún teniendo en cuenta su carga de estereotipos y la narración de una historia simple, pero efectiva. Ésta te genera sentimientos ambivalentes de empatía y rechazo. El personaje de Eastwood es un racista empedernido que se dará cuenta del error en que estaba instalado, cuando conoce a un joven inmigrante de la etnia hmong, con el que acabará estableciendo una bonita historia de amistad.
El relato del racista arrepentido es irreprochable, aunque el Eastwood personaje no aparque sus descalificaciones hacia el joven hmong durante toda la película. Sin embargo, el tono vengativo y justiciero del estilo “ojo por ojo” de la película no es tolerable ni por asomo, algo que Eastwood ve con buenos ojos. El resultado final es que el protagonista fracasa totalmente en su “gestión” de la multiculturalidad, recurriendo a su lado más vengativo.
Dejando a un lado los trasfondos, la película puede guardar cierta relación con Karate Kid (1984), donde un maestro enseña a un imprevisto alumno consejos de auto-defensa y de la ética de la vida. Aunque, debe quedar claro que el rudo y violento Eastwood no le llega ni de lejos al educado y equilibrado maestro de kárate Miyagi.
Quizás haya sido esta parte del film la que me haya impulsado a subirle la nota, ya que pese al mensaje vengativo que ofrece, también es una muestra de solidaridad y empatía entre un anciano y un adolescente, algo que resulta siempre muy efectivo en el cine.
Dedico esta crítica a la necesidad de apertura y cambio de las sociedades.
- Temas: racismo, apatía, inmigración, amistad, vejez, infelicidad, errores del pasado, acoso, violencia.
- Mensajes de la película:
. (1)- Las secuelas de una guerra pueden llevar a actitudes racistas.
. (2)- Hasta las personas racistas tiene su corazón.
. (3)- Nunca es tarde para abandonar los prejuicios raciales.
. (4)- Todo por la patria.
. (5)- El ojo por ojo está justificado.
- Frases/párrafos de cine:
. (1)- “Me han llamado de todo, pero gracioso nunca”.
. (2)- “"Prefiero beber con extraños a beber solo. Es mi cumpleaños”.
. (3)- “Lo que más atormenta a un hombre es lo que no le ordenan hacer”.
. (4)- “¿Nunca os habéis cruzado con alguien a quién no deberíais haber puteado? Ese soy yo”.
. (5)- “¡Dios, tengo más cosas en común con estos amarillos, que con mi mal criada familia! Hay que joderse.
- Películas similares (racismo): Encrucijada de odios (1947), La barrera invisible (1947), El sargento negro” (1960), Matar a un ruiseñor (1962), En el calor de la noche (1967), El color púrpura” (1985).
- Puntos positivos: buena fotografía y dirección, gran interpretación de Eastwood.
- Puntos negativos: santificación del ojo por ojo, cierta complicidad con el racismo.
