El señor Smith va a Washington

1939. Mrs. Smith goes to Washington / Caballero sin espada. USA. Director: Frank Capra.

El señor Smith va a Washington, película

Mrs. Smith goes to Washington, 1939



Los sucios entresijos de la política, bajo la magia de Capra

¿Cómo definir El señor Smith va a Washington conocida en España como Caballero sin espada (1939)? ¿Comicidad? ¿Screball comedy? ¿Slapstick? ¿Sinfonía del absurdo? ¿Comedia familiar? ¿Drama social? ¿Cine de denuncia? ¿Propaganda “bien-intencionada”? Todo esto contiene esta película, una de las mejores obras de la Historia mundial del Cine.

El éxito de la obra quedó en su momento minimizado por su competencia directa con Lo que el viento se llevó, éxito absoluto que barrió la taquilla en aquel año de 1939. No obstante, Mr. Smith goes to Washington, título original de la película que nos ocupa, obtuvo un meritorio quinto puesto en recaudación en los cines de USA, siendo superada sólo por Ninnotchka, El mago de Oz, Dodge City y el mencionado título de Victor Fleming.

El señor Smith va a Washington, 1

Además, el film fue muy rentable, obteniendo una recaudación de 9 millones de dólares, con la sola inversión de 1,5 (fuente: Wikipedia), presupuesto que era importante para la época.

El título con el que se conoce la obra en Argentina, Caballero sin espada, resulta poco convincente, más aún el que se le dio originalmente. Hubiera sido más oportuno re-nombrar el film como Los entresijos de la política o Un político con corazón, que nos dan más pistas sobre su contenido.

El señor Smith va a Washington, 2

La película El señor Smith va a Washington no es más ni menos que una fábula sobre el idealismo de un hombre por llevar a cabo un proyecto político para toda la ciudadanía y no para el bolsillo propio o del amigo, algo más que frecuente en democracias donde poder político y poder económico están más que entrelazados, emparentados. La española no está exenta.

No obstante, a pesar que hacer política pensando en la ciudadanía tiene más merito que hacerla de cara a ella, el film nos vende un edulcorado y bien visible discurso patriota, cuyo planteamiento desde el idealismo del personaje de Stewart no deja de ser una bomba explosiva.

No tenemos precedentes muy santíficos de personas idealistas que en un intento de estimular el sentido patriótico de sus congéneres, no llevarán a su pueblo hacia otras consecuencias de orden etnicista.

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En todo caso, el mensaje bomba pro-patriotismo de Capra, tiene una clara lectura en clave político, teniendo en cuenta que 1939 era el año en que se iniciaba la 2º Guerra Mundial y había que estimular el sentido nacional, para una futura reclutación militar.

Pensar que Capra era un (in)genuo es infravalorar a un genio, lo que nos lleva a pensar que el director actuaba movido por sus propias convicciones de orden conservador, no exento de ciertas alegorías utópicas y un sentido de hermandad humana de hondas raíces católicas que caracterizan al director siciliano.

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En conclusión, las obras de Capra no son a-ideológicas, sino que responden a una visión explícita de entender la sociedad del autor más cercana a una derecha democristiana. Eso no impide negar la magia de su puesta en escena y sentirse seducido por su optimismo y capacidad satírica a la hora de abordar la realidad, como es el caso de la película que nos ocupa.

Rendirse ante la actuación de James Stewart es uno de los efectos que puede provocar el film, actor frecuente de la Capra-factory, con el que también participó en Vive como quieras (1938) o Qué bello es vivir (1946). La actriz protagonista, una estupenda Jean Arthur también es una habitual del cine del director, con el que trabajó en El secreto de vivir (1936) o Vive como quieras (1938).

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Para finalizar, El señor Smith va a Washington es una buena película sobre los entresijos de la política norteamericana y el servilismo del poder. Lástima que resulte muy almibarada para el espectador avezado de los tiempos que corren, que se espera lo peor de los amos del poder. En todo caso, constituye una muestra de cine político que permite análisis muy diversos.

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-Temas: manipulación política, idealismo político, alianza entre el poder político y el económico, juego teatral de la política.

- Puntos positivos: magnifica dirección, puesta en escena, fotografía e interpretaciones.

- Puntos negativos: aquello de que cine y propaganda nunca fueron grandes amantes.

- Películas similares (corrupción política): Qué bello es vivir (1946), El político (1949), Z (1969), Todos los hombres del presidente (1976), JFK: caso abierto (1991), Nixon (1995).