1963. High and Low. Japón. Director: Akira Kurosawa.
Cuando la envidia se convierte en odio
El infierno del odio (1963) es una película bastante desconocida y con excelentes críticas del famoso director japonés Akira Kurosawa que desarrolla una trama de secuestros, alejándose de su cine más contemplativo.
Acercarse a un cine minoritario, que pocos conocen, aunque es seductor, a la vez te sitúa en una especie de limbo incómodo de los “elegidos”, ya que en este lugar resulta difícil compartir tus impresiones fílmicas con una mayoría de personas.
A excepción de Los siete samuráis (1954) de Kurasawa, el resto de su cine no es tan conocido entre la mayoría de los espectadores, algo que con fortuna está cambiado gracias a las mayores posibilidades de acceder a la obra de este director.
La película de Kurosawa es cine policiaco con mayúsculas, que sigue la estela de Sed de mal (1958) de Orson Welles, además de ser un tributo al cine negro clásico, del estilo Perdición (1944), Perversidad “(1945) o Los sobornados (1953), entre otras propuestas.
Lo primero que llama la atención de la película que nos ocupa, El infierno del odio, es su belleza visual, lograda en parte a una fotografía fuertemente contrastada que resalta aún más al haberse rodado en blanco y negro. De hecho, la estética del film, me ha recordado mucho a la película ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú (1964), rodada por Stanley Kubrick también en blanco y negro.
La película tiene cuarto tramas argumentales.
1) - La primera, de carácter introductorio nos muestra a Gondo, un empresario de gran nobleza obsesionado con su peculiar forma de entender los negocios, más volcado hacia la calidad de los productos que hacía las rentabilidades inmediatas. Esta es la parte más corta y de presentación del resto de los personajes que rodean a Gondo, como su mujer e hijo. Dura unos veinte minutos.
2) - La segunda parte es el relato del proceso de elección entre la prioridad del dinero o de la vida. El protagonista debe decidir si pagará o no el rescate por la captura del hijo de su chófer, después de que todo apuntara a que el secuestrado era su propio hijo. Aquí se pone en juego la estatura moral del protagonista y su debate interno entre perder una inmensa suma de dinero o salvar la vida del hijo de su amigo. Es, sin duda, la parte más existencial y filosófica de la trama, con un tiempo que no sobrepasa los 30 minutos.
3) - La tercera parte aborda la exhaustiva y metódica investigación policial. Aunque, los agentes del orden están presentes desde la primera parte, en esta segunda es cuando mayor relieve cobran. A partir de aquí, junto a la investigación para capturar a los delincuentes, el film también se detiene, con mucho acierto, en la reacciones de éstos para resguardarse de sus perseguidores. Es la parte más larga, superando la hora y media.
4) - La cuarta parte es la más breve, de unos 7 u 8 minutos y tiene que ver con el cierre de la investigación policial y el punto y final a las preguntas que se podía hacer al espectador, al comienzo del film.
Con esta película, tenemos la suerte de acceder a un Kurosawa más contemporáneo a su época y la nuestra, alejado del mundo de los samuráis que tan bien le caracterizan, pero continuando con las constantes temáticas de un cine donde los personajes siempre están en la encrucijada de los dilemas morales.
Aunque la película es demasiado larga y con momentos de la trama que no avanzan, Kurasawa va salpicando de escenas memorables todo el metraje, que no sólo consiguen mantener la atención del espectador, sino que en ocasiones queda sublimado ante tanta belleza visual.
Así, la dosificación de los momentos de tensión en el film es excelente, dando la impresión de que estamos asistiendo a una verdadera investigación policial, con sus éxitos y fracasos, con sus pistas acertadas y erradas, en un alarde de “cinéma vérite”.
El film sabe mezclar con sabiduría escenas de gran impacto como la que se desarrolla en un tren en marcha para intercambiar el dinero por el rehén; otras de gran ternura como la del juego amistoso entre los dos niños a lo largo de toda la trama; y otras de más gran intriga, como en los momentos finales de acercamiento policial a los malhechores.
En definitiva, estamos ante una película que los amantes del cine policíaco / negro no podrán olvidar y cuya maestría en la ejecución resulta impecable.
- Temas: la envidia, el odio, el secuestro de un hijo, un investigación policía, el carácter depredador de las finanzas, el chantaje.
- Mensajes:
. (1)- Hay veces en la vida en que hay que decidir cuán importante es para uno el dinero.
. (2)- Si eres un delincuente, tarde o temprano pueden echarte el diente.
. (3).-Si te reconcome la envidia, te saldrá más barato un psicólogo que una tapia.
- Frases de cine:
. (1)- “¡Sin el dinero, perdería la posición que tantos años me ha costado alcanzar!
. (2)- “Hay muchos hombre más ricos que yo. ¿Por qué yo?”.
. (3).-“¡Si me dijesen que iba a ir al cielo, entonces sí que temblaría de verdad!”
- Películas similares (sobre rescates): Los profesionales (1966), Harper, investigador privado (1966), Adiós, muñeca (1975), 1997: Rescate en Nueva York (1981), Por favor, maten a mi mujer (1986), Speed (1994), Rescate (Ransom) (1996), Fargo (1996), The Big Lebowski (1998), Timeline (2003),
.
- Puntos positivos: muy buena fotografía y puesta en escena, camaleónica interpretación de Toshiro Mifune buen guión.
- Puntos negativos: además de su excesiva duración, la trama se hace algo larga en su resolución.
