1992, Canadá. Director: Jean Claude Lauzon.
Surrealismo desde la mirada de un niño
¿Cómo acercarnos a la película Leolo (1992)?. Sumen la irregular La teta y la luna (1994) con la más entrañable El marido de la peluquera, el estilo de narrativa de Jean Pierre Jeunet y cierta filosofía de Kierkegaard y obtendremos este producto existencialista, construido desde la óptica de un muchacho irreal en un ambiente surrealista.
Leolo, una película que ha recibido muy buenas críticas, es un relato de iniciación a la muerte, de descubrimiento de la putrefacción de la vida y de apertura a un universo misterioso que rodea al joven protagonista.
El niño del film trata de evadirse del mundo que le rodea y sumergire en una realidad fantasiosa y literaria, que acerca el relato al cine fantástico.
El planteamiento del film es algo perverso, ya que se adultera el universo de la infancia, haciendo que creamos que un niño de 7 u 8 años tiene la capacidad de introspección poética de un Calderón de la Barca (La vida es sueño).
Los niños ya pueden vivir en el más sórdido de los ambientes, que verán la vida con los ojos de su edad, tratarán de dulcificar la realidad e imaginarse que el mundo tiene mucho encanto. Sin embargo, Lauzon, director de Leolo nos muestra a un niño atormentado por un amor que a todas luces resulta inverosímil, además de preso de una familia en la que no parece encajar.
La historia no es del todo creíble. Leolo es un producto esteticista que supedita la trama al efectismo onírico y visual. Y es que se pretende hacernos cómplices de las penurias existenciales de un niño que es demasiado artificial.
Está demostrado por la Psicología que los niños se abstraen de la crudeza de la vida, que ven el mundo desde un universo lejano al de los adultos, que crean universos fantásticos y piensan siempre en el juego. Por tanto, el personaje de Leolo es inverosímil. Es el producto artificial de intelectualizar un niño y convertirlo en un angustiado Becker o Kierkegaard.
Nadie niega que el mundo esté lleno de familias desestructuradas y que la vida sea un conjunto de incongruencias. Pero, por favor, que no nos hagan creer que un niño de 7 u 8 años está viendo todo esto, cuando ello no es más que el producto de la mente adulta que fabrica el guión.
A pesar de toda esta adulteración del relato, en mi opinión sumamente esteticista, la película Leolo constituye un ejercicio cinematográfico vanguardista e innovador en el campo del lenguaje audiovisual.
Además, Lauzon demuestra tener un estilo único y ejecuta su propuesta con una gran artesanía y una puesta en escena fabulosa. Todas esta brillantez de estilo es lo que a algunos ya les basta para alabar la obra que nos ocupa, cuyo relato se me antoja poco convincente.
En definitiva, Leolo en mi opinión una película que, aunque logra cautivarnos en el terreno de lo visual, resulta algo engañosa porque aúna una infancia irreal con una lírica de la muerte, creando un retrato tan sombrío como perverso. No obstante, el film resulta perfecto, si lo entendemos como una nueva propuesta en el terreno del surrealismo. Puede decirse aquello de... ¡Buñuel no ha muerto!
Dedico esta crítica al ocio infantil, una necesidad que nunca deberían de dejar atrás todos los niños y niñas
- Temas: la infancia imaginaria e irreal, el enamoramiento, la búsqueda de uno mismo, la desestructuración familiar, la vida en los bajos fondos.
- Puntos positivos: innovación estilística.
- Puntos negativos: relato adulterado de la infancia.
