1957. Wild Strawberries. Suecia. Director: Ingmar Bergman.
Como el cuento de navidad de Dickens con la impronta existencialista de Bergman
¿Dónde está ese amigo al que busco en todas partes? Al clarear el día mi anhelo es más intenso. Cae la noche oscura y aún no hay rastro de él. ¡Aunque arda mi corazón! Pero ahí están las señales. Dondequiera que una fuerza surja, donde exista el perfume de una flor, en los campos por donde el viento sople, en el suspiro que exhalo, en el aire que respiro, su claridad está presente. Escucho su voz en el susurro de la brisa de verano (Isak Borg).
Disponerse a visionar Fresas salvajes (1957) no es un pasatiempo cualquiera. Se trata, entre otras cosas, de la película ganadora del Oso de Oro en 1958 y la segunda película favorita de Stanley Kubrick, que algún peso tiene en el cine.
No es una película fácil
Como es sabido, la valoración personal de una película depende de factores como nuestro estado emocional, nuestras experiencias vitales o nuestro contexto social, entre otros. A este respecto quiero señalar que esta película no les resultará nada fácil a las personas que se encuentren en un momento vital donde lo que menos desean es reflexionar sobre el sentido de la vida. No siempre estamos preparados para rastrear y poner en orden los retazos experienciales que se van acumulando en nuestra mente.
El film Fresas salvajes nos cuenta la historia Borj, un médico anciano que se dispone a ir a Estocolmo para recibir un premio honorífico. Este recorrido es la excusa del film para hablarnos de temas clásicos como la búsqueda del sentido de la vida en medio de la desesperanza y la importancia de recuperar el pasado para comprender el presente.
Un canto a la vida y al optimismo
La película es un canto a la vida desde una mirada optimista –no exenta de lamentos pesimistas- capaz de encontrar alicientes en las pequeñas cosas terrenales, que nos llevan a afirmar... Qué bello es vivir (1946). El film de Bergman, sin estar exento del elemento dramático de la muerte y el paso del tiempo, supera el pesimismo de El séptimo sello (1957) y logra transmitir un deseo de la magia por la vida, a pesar de la tragedia, tema que volverá a tratar en El manantial de la doncella (1960).
Una película existencial
Además, la propuesta fílmica de Fresas salvajes es un ejercicio magistral de retrospectiva vital con la impronta existencialista de Bergman, pero sin caer en los excesos de Persona (1966), una de sus obras más perturbadoras, asfixiantes y angustiantes.
Así, en medio del caos existencial en que el vive el anciano Borg, se abre una mirada de vitalismo esperanzador que pretende decirnos que siempre hay una posibilidad para engancharse a la felicidad, a la melodía de la vida. Como decía mi profesor Arturo Álvarez, “el mundo de la vida” habermasino está por todos los lados, sólo hay que darse cuenta de ello.
Preguntas sobre la vida
El film Fresas salvajes ofrece una serie de interrogantes que no están muy lejanos de todos nosotros:
.(1) ¿Quién no se ha distanciado de los demás alguna vez para dedicarse sólo a él mismo, sumergiéndose con el tiempo en un túnel de cierta desesperanza?
.(2) ¿Cuántas veces hemos renunciado a nuestro pasado por considerar que allí solo había cosas infantiles y pueriles, cuando en realidad es el verdadero “manantial” de nuestra felicidad?
.(3) ¿Por qué a medida que nos vamos haciendo mayores nos envolvemos más en el pesimismo? Sólo hace falta pensar en nuestros abuelos, aunque siempre hay excepciones.
La película Fresas salvajes puede resultar muy pesada para un público adolescente, que todavía no sea capaz de entender la importancia de nuestros recuerdos en la construcción del yo personal. Quiénes la acusan de ser lenta, me gustaría saber qué nota le pusieron a 2001: una odisea en el espacio (1968) o a Dersu Uzala (1975) de Kurasawa, obras notables cuyo estilo pausado es innegable. Quienes la acusan de ser muy surrealista, quisiera saber las notas que les dan a Cronenberg, David Lynch o al mismísimo Buñuel de Un perro andaluz (1929).
Obra maestra
En definitiva, Fresas salvajes es un obra maestra del cine poético con mensajes filosóficos.
Dedico esa crítica o comentario a las personas que se interrogan por su juventud y su niñez porque saben que allí reside el gran tesoro del alma.
Temas: muerte, felicidad, memoria, paso del tiempo, olvido, el amor, la búsqueda del sentido de la vida, los sueños.
Mensajes:
.(1) Siempre es posible encontrar alicientes que nos encaminen a una vida más feliz (siempre hay una luz de esperanza en medio del caos).
.(2) La memoria de nuestra infancia es el territorio sagrado de dónde emana la fuente de la felicidad primigenia (nadie puede renegar ni olvidar su infancia).
.(3) Lo verdaderamente importante en la vida es vivir con intensidad el minuto a minuto, sin alejarse del resto de las personas (las personas somos seres sociales/ sociables por naturaleza).
.(4) Carpe diem: aprovecha el tiempo, que la vida es breve.
.(5) Frente a los estragos de la vida, hay que saber reponerse y nunca hundirse.
- Frases de interés:
(1) Dr. Isak Borg: “Las conversaciones suelen reducirse a comentar y censurar la manera de ser y el comportamiento del prójimo y esto ha sido lo que me ha llevado a renunciar de manera rotunda a la vida social. Ha pasado toda mi vida sobrecargado con un trabajo agobiante, pero me siento satisfecho de haber vivido así” (nota: luego veremos que no es así).
(2) Dr. Isak Borg: “El sitio de las fresas. Quizás me puse un poco sentimental. También es posible que estuviese algo cansado y sintiese nostalgia. Y nada de extraño tiene que en tan apacible lugar mis sentimientos volasen hacia aquellas historias de mi niñez. No sé cómo sucedió, pero el hecho es que la palpable realidad del día se eclipsó tras las imágenes vivísimas de mi memoria que aparecieron ante mis ojos con toda la fuerza de lo que existe realmente”.
(3) (Un guitarrista):“Si tan maravillosa es la belleza que así se transparenta en cada criatura porque la vida se manifiesta en ella, cuán bello no ha de ser el eterno manantial de dónde todo brota”.
- Puntos positivos: fotografía magistral, diálogos y frases cargadas de poesía, trasfondo ético sublime, soberbia interpretación de Victor Sjöström.
- Puntos negativos: su estilo algo lento y la recurrencia excesiva a los sueños.
- Películas similares: todo el cine de Bergman, en especial Sueños (1955), El séptimo sello (1957), El manantial de la doncella (1960), Persona (1966) o Gritos y susurros (1972).
