1992. Flodders in Amerika. Holanda. Director: Dick Maas.
Desmontando, con humor, los convencionalismos sociales
Los Flodder en América (1992) o (en Amérika) es la segunda película que se hace con la familia Flodder, tras el éxito en Holanda de Una familia tronada (Flodder) (1986). Un año después de la película que nos ocupa surgiría la serie televisiva de los Flodder (1993) y tras dos años la que es hasta el momento la tercera y última parte de la saga: Los Flodder vuelven a casa (Flodder 3) (1995).
Una familia disparatada y muy alocada
Los Flodder es una peculiar familia holandesa, que tiene un estilo de vida que se opone a los convencionalismos sociales, siendo la nota discordante del lugar, generando comentarios muy negativos entre los vecinos.
Cada uno de los siete miembros destaca por alguna cualidad negativa: ya sea su falta de aseo, una hija que le gusta exhibirse desnuda, unos hijos delincuentes, una forma de vivir la vida a trompicones, la adicción a la bebida, la música, la fiesta continua, etc. A todo ello se añade que la madre fuma puros o que el joven guaperas Johnny vista con una estética rockabilly de los sesenta,.
Muy irreverente y de los bajos fondos
La película destila un tipo de humor muy marginal, muy en la línea de John Waters y su horrorosa Pink Flamingos (1972), cuyos referentes españoles podrían ser los personajes de la serie y películas de Makinavaja, e incluso Torrente, por más que esta última película se haya convertido en un éxito entre las masas.
Siguiendo a John Waters
Como sucede en Cry baby (1990) de John Waters, que cuenta con la actriz x Tracy Lords, en esta ocasión tenemos a la actriz holandosa Tatajana Simic, habitual de la revista Playboy.
La saga de los Flodder ha tenido un gran éxito en su país de origen y buena acogida entre otros espectadores del mundo, con opiniones tanto muy positivas como negativas, consiguiendo crear polémica.
Un segunda parte todavía más surrealista
En esta segunda parte de los films sobre los Flodder, la familia más estrombótica de Holanda se dirigirá a América, no por decisión propia, sino por la obligación de los vecinos. Y es que el alcalde de Amsterdam recurrirá a la estrategia del intercambio cultural para deshacerse de los protagonistas.
Al llegar a América, los Flodder serán confundidos con una delegación de doctores rusos, lo que les supondrá una oportunidad para vivir en los mejores hoteles, disponer de los mejores coches, darse las mejores fiestas y comilonas. Sin embargo, a la vez, ocasionarán un conflicto entre Estados Unidos y Rusia. Cuando el embrollo se descubra, los Flodder recibirán un hogar y tendrán que aprender a ganarse el pan, para lo cual no les faltaran argucias.
Echarse unas buenas risas
La película Los Flodder en América tiene momentos muy divertidos. Las juergas que se da la familia en el hotel son de antología, con situaciones que rozan el delirio, viendo a los dos hermanos tomándose un jacuzzi desnudos y dispuestos para tomarse un tentenpié que les traer un trabajador del hotel.
Otro gran momento es ver a la familia en una limusina recorriendo las principales zonas de Nueva York. La película podría recordar, parcialmente, al film Los visitantes regresan del túnel del tiempo (1999) donde la idea también era de de mostrar a unos personajes con dificultades de adaptación al mundo actual, aunque en el caso de la obra francesa la razón tenía que ver con su procedencia de la Edad Media.
Reírse de uno mismo
Las películas de los Flodder, aunque no son muy buenas en su ejecución cinematográfica, consiguen hacerte reír a base de un humor tan absurdo que se mofa tanto de los protagonistas, como de la sociedad y del propio público. Todo el mundo alguna vez se ha planteado que su familia es un poco "Flodder". Y es que la idea de los parientes perfectos es una falacia. Todos los hogares esconden sus bondades y sus miserias, como ya viéramos muy bien reflejado en el American Beauty (1999) de San Mendes.
Dedico esta crítica o comentario a todas las personas inadaptadas, y a sus sufridores vecinos.
- Puntos positivos: su capacidad para reírse de los convencionalismos sociales
- Puntos negativos: muy mala ejecución cinematográfica.