1975. One flew over the cuckoo´s nest. USA. Director: Milos Forman.
Un tratado sobre la locura
En el año 1975 se estrenó Alguien voló sobre el nido del cuco, cuando Tiburón de Steven Spielberg era el líder absoluto de las taquillas de cine, una propuesta modesta y en los márgenes del cine comercial, se hizo con el tercer puesto de las películas más vistas. La segunda posición la ocupó el musical The Rocky Horror Picture Show (Fuente: Wikipedia).
El film que nos ocupa obtuvo una rentabilidad sin parangón, logrando 112 millones dólares, con la sola inversión de 4,4 (fuente: IMDB). Su reconocimiento no fue sólo de público, sino también de crítica, logrando los cinco Óscar más importantes de toda producción: mejor película, mejor director, mejor actor, mejor actriz y mejor guión.
La producción es una rara avis, un film de la periferia del mainstream hollywoodiense, con una temática que aparentemente no era de lo más seductora para el gran público. El film aborda la historia de la reclusión en un psiquiátrico de un pervertido de 38 años llamado McMurphy (Jack Nicholson), al que se le juzga de loco, aunque él se ve como una persona normal.
La película se basa en una novela de Ken Kesey, un escritor peculiar que desarrollaba su trabajo creativo bajo la experimentación de las drogas. No es de extrañar que el protagonista del film que nos ocupa tenga una carga biográfica innegable de su creador. Sustancias como el LSD, que provocan alteración de la realidad, le permitirían a Kesey describir a la perfección la sintomatología que diferencia lo ordinario de lo extraordinario, lo común de lo diferente, lo rutinario de lo imprevisto, lo ordenado de lo desordenado, lo clasificable de lo inclasificable, etc.
Alguien voló sobre el nido del cuco es una gran obra sobre la vida en los márgenes, a contracorriente de la sociedad y de las normas instituidas, donde se pone en duda al sistema social, a la vez que se exalta lo diferente y lo complejo, sembrando de incertidumbres las aparentes vidas "normales" del común de las personas.
El film nos despierta sentimientos ambiguos entre la esperanza y la desesperanza, la ternura y el escalofrío hacia el protagonista, las ganas de liberación y de escapismo del superficial orden instituido junto a la necesidad de comprender que hay ciertas reglas básicas de convivencia a las que no es posible renunciar.
No podemos olvidar que el personaje protagonista, con el que logramos identificarnos, representa una compleja personalidad, que no deja a nadie indiferente. Por un lado, se trata de un pervertido consumado, al que se le recluye por esta razón. Pero, por otro lado, es un altavoz de la opresión y de la tiranía de los mecanismos institucionales contra la libertad de pensamiento y de conducta, constituyendo una invitación a salirse del redil y de los cauces que cercan la interacción humana.
Y es aquí donde cabe hacer, al menos, dos lecturas de la película. La lectura en clave negativa podría llevarnos a pensar que la libertad que el protagonista defiende es la que le llevaría a seguir sus prácticas de acoso y operando sin ningún tipo de control y represión de la sociedad. La lectura en positivo apuntaría a que las perversiones que tiene el protagonista no son sino fruto del sistema opresivo que le ha rodeado, siendo su inconformismo la prueba de que es posible rebelarse contra el sistema. (Véase el diálogo entre el protagonista y el personaje "El Indio" más abajo).
La película está dirigida por uno de los grandes directores del cine con mirada propia, como es el checoslovaco Milos Forman, autor de irreverentes obras como Hair (1979) o El escándalo de Larry Flynt (1996). Y qué decir de un Jack Nicholson en su papel más intenso como enfermo mental, al que luego seguirían otros no menos insanos: El resplandor (1980) o Mejor... imposible (1997).
A pesar de ser una obra a contracorriente, Alguien voló sobre el nido del cuco se suma a otras joyas del cine donde los personajes viven a caballo entre el mundo de la ficción y la realidad, como en El crepúsculo de los dioses (1950), "Un tranvía llamada deseo" (1951) o Mejor... imposible (1997).
De imprescindible visionado.
La película nos sugiere muchas preguntas:
.(1) ¿Cuál es la verdadera capacidad de un psiquiatrico para curar a sus enfermos?
.(2) ¿Son válidos los criterios para juzgar a una persona como enferma mental?
.(3) ¿Es el mejor tratamiento para sanar a un "loco" tacharlo como tal?
.(4) ¿Puede una sociedad muy opresiva influir en el desarrollo de trastornos mentales en las personas?
.(5) ¿Cuál es el grado de libertad deseable para las personas?
- Temas: la locura, la enfermedad, la discapacidad, la rebelión contra la opresión, las instituciones de control social...
- Mensajes:
.(1) Los mecanismos de control social pueden llegar a ser un impedimento a la verdadera socialización de las personas.
.(2) La realidad no es dicotómica -buena o mala- sino poliédrica, multiforme.
.(3) Las centros psiquiátricos constituyen mecanismos de control del orden social.
.(4) No se puede juzgar a una persona por sus apariencias.
.(5) Quien no se adapta a las normas sociales, a menudo, es considerado un/a loco/a.
- Diálogos:
(1)
- Director-clínica: Randle Patrick McMurphy. 38 años. Me gustaría que me dijera usted si sabe por qué lo han traído aquí.
- McMurphy: bueno. No lo sé. ¿Qué dice ahí? ¿Le molesta que fume?
- Director-clínica: no, puede hacerlo. Bueno, aquí hay diversas cosas. Que es usted pendenciero, que habla cuando no debe, que se comporta negligentemente en toda clase de trabajos. Vamos, que es usted un vago.
- McMurphy: y que masco chicle en clase (risas).
- Director-clínica: la verdadera razón por la que se le ha traído aquí es porque quieren que se le someta a observación para determinar si está usted o no vedaderamente enfermo. Esa es la verdadera razón. ¿Por qué cree que ponen en duda su estado mental?
- McMurphy: debe ser porque armo camorra y porque fornico demasiado.
(2)
- Indio: mi padre si que era fuerte. Hacía siempre lo que quería, por eso nunca lo dejaban en paz. La última vez que lo vi fue en los cedros y estaba ciego de tanto beber. Y cada vez que se ponía la botella en la boca, él no chupaba de la botella, era la botella la que chupaba de él hasta que lo exprimió. El alcohol lo dejó tan acabado que ni los perros lo conocían.
- McMurphy: lo mataron.. ¿ehh?
- Indio: yo no he dicho que lo mataran. He dicho que no lo dejaron en paz. Le ocurrió lo mismo que a ti.
- Puntos positivos: película que sugiere muchos interrogantes, a la vez que es un tratado perfecto sobre la ambigüedad que separa la salud de la enfermedad y sobre cómo las instituciones de control social deciden impunemente sobre esos límites.
- Puntos negativos: llega a dar la sensación de que el protagonista representa el buen camino a seguir, restando importancia a su carácter violento y ególatra.
- Films similares (la locura): "El crepúsculo de los dioses" (1950), "Psicosis" (1960), "Un tranvía llamada deseo" (1951) o "Mejor... imposible" (1997)...
