1959. Suddenly, Last Summer. USA. Joseph L. Mankiewicz.
Todos podemos caer presos en las redes de la locura
De repente, el último verano (1959) es una excelente película basada en una novela de Tennessee Williams sobre la locura, a la vez que un cruel y duro film que toca temas como la homosexualidad, la represión y el canibalismo.
Lo cierto es que estamos ante un relato tremendamente duro. En el momento de hacer esta crítica, he tenido que tomarme mi tiempo, ya que no es fácil hablar de temas tan complejos, como se abordan en este film, tratados desde el desgarro que produce en la fragilidad de las personas.
Se nos cuenta la historia de un madre llamada Venerable que quiere fundar un hospital en honor a su hijo, fallecido en "extrañas circunstancias". Pero el hospital sólo se construirá si se hace un lobotomía a su sobrina (Catherine), de la cual se nos dice que ha enloquecido. El Doctor Cukrowicz será el encargado de valorar la situación.
Con este argumento tan delirante, vamos adentrándonos poco a poco en el más sórdido de los mundos, buceando en la memoria de los protagonistas para comprender que se oculta tras su fechada: nada más y nada menos que una historia de canibalismo y homosexualidad, que pone los pelos de punta.
Locura
La película plantea la necesidad de aplicar una lobotomía a una joven que aparentemente está loca. A partir de aquí, el film tratará de ahondar en la verdadera naturaleza de esta "locura".
La película trata sobre la temática de la locura y la evasión de la realidad, algo que está relacionado con otra de las novelas del famoso escritor homosexual Tennessee Williams: Un tranvía llamado deseo.
En el film se ve cláramente, que tanto la madre como la sobrina son víctimas de la locura. La primera porque quiere negar todo lo que le sucedió a su hijo; la segunda porque ha quedado traumatizada.
Teneessee Williams parece que no tuvo reparos en mostrar a la madre (equivalente a su verdadera madre), como un villana hipócrita, a la que sin embargo trata de comprender, pese a ser cuestión difícil.
En todo caso, el dictamen de la locura es una cuestión cultural, como ya puso de manifiesto Foucault. Quién está loco o no depende de los criterios médicos que determinada sociedad aplique sobre los sujetos-pacientes. La película supone así una dura crítica contra las instituciones y la medicina psiquiátrica, que parecen actuar con el único criterio de la verdad, a la hora de juzgar las acciones de los demás.
El personaje de Mongomery Clift es el contrapunto a la actuación psiquiátrica de su gremio, ya que rechaza la lobotomía como la solución mágica a la enfermedad del "alma".
Homosexualidad
De un escritor gay como Tennessee Williams, que no ocultó su sexualidad, no es extraño encontrarse con esos retratos tan sórdidos del mundo de la homosexualidad, que por desgracia, eran una realidad en su época. Y es que las personas homosexuales, dada entonces su marginación, eran consideradas una lacra para la sociedad. Y su forma de tener relaciones con otros hombres muchas veces tenía lugar mediante pagos, algo que refleja el film.
Canibalismo
(spoiler del film)
Lo cierto es que no me resulta convincente que un grupo de personas se coman a otra, delante de más público, a plena luz del día y en una sociedad occidental. Un caso de muerte por homofobia hubiera sido más creíble, porque es algo que sucede con relativa frecuencia. Es decir, una muerte a golpes.
Pero el canibalismo no resulta creíble, ya que se trata de prácticas muy secretas que sólo practican algunos perturbados solitarios. El canibalismo en grupo, salvo en antiguas tribus indígenas, no es muy creíble.
Pero el canibalismo no resulta creíble, ya que se trata de prácticas muy secretas que sólo practican algunos perturbados solitarios. El canibalismo en grupo, salvo en antiguas tribus indígenas, no es muy creíble.
Tennessee Williams: un escritor atormentado
Una de las cuestiones más fuertes del film De repente, el último verano es que está basado en elementos biográficos de la vida de Tennessee. Y es que su hermana Rose fue lobotomizada por su padres, por no responder a los tratamientos médicos, algo que la dejó incapacitada mentalmente y afectó a su hermano para siempre.
Mankiewicz, director de éxito
La obra de Mankiewicz ejecuta magistralmente la biografía novelada de Willimas. La sensación final que se respira es que todos podemos caer presos en las redes de la locura.
Recordemos a Mankiewizc por films muy premiados e inolvidables como La condesa descalza, Eva al desnudo, Carta a tres esposas, La huella).
En resumen
Haciendo alusión al título de la película, una tarde de verano puede cambiar la vida de una familia. Y dicho lo cual, pasa a ser el último verano del difunto y el último verano para recordarle con vida por sus allegados.
El film, en el fondo, es un poema de tributo a las personas homosexuales, víctimas de la sociedad. Pero también es un homenaje a las personas "locas", para tratar de comprenderlas como seres humanos frágiles, que son también víctimas de la sociedad y de si mismas.
Sentir piedad por todos los personajes del film puede ser una respuesta. Hay que comprender que las apariencias engañan. Nada es lo que parece. Bajo la aparente normalidad de las personas, se esconden trágicas realidades sobre las que sólo es posible sentir pena y solidaridad.
Recomiendo sin duda De repente, el último verano. Además de basarse en una obra excelente de Tennessee Williams y contar con un director como Mankiewicz, supone una oportunidad para re-encontrarse con 3 titanes de la pantalla: nada menos que Montgomery Cliff, Elisabeth Taylor y Katharine Hepburn.
