1988. Fiebre de los sesenta. USA. Director: John Waters.
¿Qué más se le puede pedir a un producto kitsch?
Hairspray (1988), apodada en España como Fiebre de los sesenta es una loca comedia de género kitsch, a la vez que un musical desvergonzado y sin complejos sobre el mundo de la fama y la clase baja de la sociedad.
La película nos muestra una historia de superación de una joven con obesidad que desea ser la ganadora del concurso televisivo de baile más famoso. Y para ello, no dudará en quitarse los complejos mostrando que las personas gordas también tienen derecho a ser famosas y ganarse la simpatía del público.
Con este argumento tan cómico, este film nos ofrece momentos sensaciones por su carácter absurdo. A destacar la interpretación de Divine, como la madre de Ricki Lake, que genera miles de carcajadas.
La actriz protagonista de Hairspray se llama Ricki Lake, a la que podemos disfrutar en otros films de la factoría de John Waters como Cecil B. Demented, Cry Baby o Serial Mom. Es una pena que esta actriz no haya tenido más recorrido, ya que se ve que tiene mucha desinhibición y frescura.
Cine Kitsch
Para acercarse al género cinematográfico kitch es imprescindible re-visitar el cine de John Waters. Hairspray y Cry Baby son obras maestras del género y de este peculiar director. Quizás la obra magna del género sea The Rocky Horror Picture Show.
Si hay alguna referencia cercana a este cine es la producción de la primera etapa de Almodóvar. Películas como Pepi, Luci, Bom y otras chicas del monton o Kika del director manchego serían el correlato made in Spain de la obra de Waters.
No hay que esperar gran cosa del género kitch. Como género puede dar de sí tanto como el westerm o la comedia. Lo importante es la historia que se esconde bajo la factura genérica. Y, en el caso de esta película, cumple perfectamente con una historia de fama, hipocresía, xenofobia, racismo... y mucha locura.
Todos los personajes de Hairspray deberían pasar por el diván de un film de Woody Allen. Podrían explicarnos muchas cosas, pero a la vez podríamos destrozar un género/estética como el kitch, que tiene en el absurdo su fuerte.
Quién sea amante del cine clásico, que olvide esta propuesto. Hairspray es cine irreverente, absurdo, contestatario, desenfadado, lleno de genio. Un clásico del delirio social.
Cine para reírse de un mismo
Quién sea amante del cine clásico, que olvide esta propuesto. Hairspray es cine irreverente, absurdo, contestatario, desenfadado, lleno de genio. Un clásico del delirio social.
