1993. Amityville 7: A New Generation. Una nueva generación. (The Image of Evil). USA. Director: John Murlowski.
El espejo de Amityville
Amityville 7, o séptima entrega (VII) , conocida en España como Amityville 1993 El rostro del diablo o Una nueva generación no es más que otra vuelta de tuerca sobre la casa encantada más famosa de todos los tiempos, con el protagonismo de un espejo.
Recuerdo haberme comprado este film en vhs de segunda mano en un videoclub del barrio. Siempre me fascinó la saga Amityville. Y tras una sexta entrega que me entretuvo sin tirar cohetes (Amityville 1992), esperaba algo más de esa séptima parte. Pero la verdad es que no me convenció.
Y es que calificarla como película de terror es arriesgado, siendo más bien un film de misterio. Lo curioso es que los productores quisieron dar una continuidad a la saga. Por eso ahora, el mal de Amityville se esconde en un espejo que va a parar al hijo ilegítimo del hombre de la segunda parte de la saga. ¡Vaya con los guionistas!
Un Amityville artístico
Uno de los aspectos curiosos del film es que se desarrolla ligado al mundo del arte pictórico. Así, el espejo del protagonista irá a parar a su vecina y pintora de cuadros satanistas llamada Suki. Esto resulta interesante, porque algunas escenas son muy terroríficas, con esas pinturas tan extrañas que hace la artista, de procedencia asiática.
Una saga que fue a peor
Salvo una primera parte muy interesante y una segunda solvente, el resto de la saga Amityville es un desperdicio al completo, como sucede con las sucesivas secuelas de Los niños del maíz, Puppet Master o Leprechaun, franquicias más que explotadas de forma nefasta hasta la saciedad.
Tanto la cuarta como posteriores entregas representan una fuga del mal de la casa Amityville en forma de objetos.
- En la cuarta, el mal escapó a través de una lámpara de pie que una familia compra para su nuevo hogar; en la sexta Amityville 1992, lo hizo a través de un reloj de la maléfica mansión.
- En el film que nos ocupa (séptima entrega) El rostro del diablo, el mal se encarna en un espejo;
- En la octava y última La casa de muñecas de Amityville una casa de muñecas, maqueta de la mansión original, causará el mal entre los habitantes.
La película que nos ocupa tiene una estética sombría más cuidada que sus antecesoras inmediatas. La atmósfera de suspense está presente desde las primeras imágenes, contando una ambientación musical y escenografía muy correctas, para ser un producto que fue directo al mercado de alquiler.
El guión es extraño a la vez que sugerente y trata de entroncar con la segunda parte de la saga Amityville. En el apartado de interpretación no convence en exceso. El desarrollo de la trama comienza con acierto, pero hacia la mitad del metraje flota a la deriva sin ningún rumbo, sólo retomando al final de forma tardía.
Prescindible.
