1994. El duende maldito II. USA. Director: Rodman Flender.
Leprechaun reaparece en la ciudad
Leprechaun 2 conocida como El duende maldito II, es una continuación simpática de la primera parte sobre este ser maligno, interpretado por el famoso Warwick Davis del film Willow. No es gran cosa, pero entretiene.
Si la primera entrega de Leprechaun (1993) se desarrollaba en el entorno rural, en esta secuela la acción se traslada al mundo urbano, a los bares, edificios y carreteras de una ciudad.
La secuela de Leprechaun estaba cantada si tenemos en cuenta que el anterior film tuvo buen rendimiento en taquilla. En cambio, Leprechaun 2 a duras penas consiguió recuperar la inversión de 2M de dólares en la taquilla de USA, lo que no deja de sorprender a la hora del riesgo asumido para hacer Leprechaun 3.
La nueva película de Leprechaun cambia el director anterior por Rodman Flender, autor del éxito El diablo metió la mano (1999), logrando mejorar la calidad final de la producción, que ya no tiene ese aspecto de telefilm tan descarado de la anterior, aunque se nota que esta rodada en vídeo.
Esta propuesta, al igual que el conjunto de la saga vuelve a contar con Warwick Davis (Willow, 1988), interpretando al duende Leprechaun. El resto del reparto es desconocido para el gran público.
El duende que busca oro
La violencia respecto al primer film es algo superior, sin caer en el gore en ningún momento, y la trama introduce pocas novedades. El duende sigue empeñado en acumular oro y en asesinar a quién si quiera se atreva a pedírselo, ya no digo robárselo. No obstante, en esta ocasión, la aspiración de Leprechaun es conseguir una novia. Se adelantó así a La novia de Chucky (1998), que es cuatro años posterior.
La cueva del duende
Otra de las bazas de este film es que desarrolla gran parte de la acción en el escenario de la guarida de Leprechaun, que no es más que una cueva con distintas bifurcaciones.
La película Leprechaun 2 es inferior a la primera parte y tiene el handicap de que la historia vuelve a ser muy similar, volviendo a girar en torno al oro que el duende desea. El añadido de la búsqueda de una novia en un paraje urbano es la única novedad. En todo caso es un film sin demasiada violencia y con cierto entretenimiento, con una fotografía aceptable.
Sólo para incondicionales de los duendes.
