1983. Risky Business / Negocios riesgosos. USA. Director: Paul Brickman.
Risky Business, conocida en Latinoamérica como Negocios riesgosos, es una película ochentera en estado puro, un joya de la comedia de adolescentes, en plena floración hormonal y necesitados de fiesta y carne.
Un joya sobre el despertar adolescente de los 80
Una fiesta entre jóvenes en la casa de un chico de familia rica es la trama principal de esta película, que se entremezcla con el romance del protagonista y una bella adolescente y con el temor de que los padres de aquel lleguen a enterarse de todo lo que está preparando su hijo, tras dejarle unos días solo.
Viva la fiesta
Es evidente que Risky Business es un producto comercial para el público "teen", que explota al máximo la sensualidad y la fiesta y un planteamiento "marketiniano" perfecto. Sin embargo es también una película notablemente dirigida, con una banda sonora que te mantiene en cierto suspense todo momento y unas actuaciones brillantes (y eso que no considero a Tom Cruise ni a Rebecca de Mornay a la altura de los grandes, véase Jack Nicholson, Robert De Niro, Maryl Streep...)
Tom Cruise, ídolo juvenil
Esta película es uno de los éxitos más sonados de los años ochenta, que catapultarían a Tom Cruise al estrellato juvenil.
En aquel entonces todas las chicas y chicos gays soñaban con haber vivido juntos aquellas escenas de frenesí. En particular, son muy famosas aquellas en las que el actor sale bailando en ropa interior durante uno minuto escaso. Aquel baile adquiriría el estatus de mito de la iconosfera juvenil. Si alguna vez alguien dudó por qué Tom Cruise tiene tantos fans, Risky Business tiene la culpa.
Jóvenes y rebeldes
La película relata a la perfección el sentimiento adolescente de rebeldía en un contexto todavía supeditado a la obediencia a los padres. Además, el film me recuerda ligeramente a Pretty Woman. Tom Cruise no es un playboy de los negocios como Richard Gere, pero sí apunta maneras desde su edad. Y Rebeca de Mornay no puede compararse tampoco a la genial Julia Roberts, pero desarrolla un papel bastante creíble.
Música pop 100% años ochenta
El film tiene una gran banda sonora, actuaciones solventes y una atmósfera que te embriaga, es decir, que te sumerge en un mundo casi onírico. El espectador se ve sumergido en la historia vital del protagonista, en su necesidad de ser aceptado y lograr ser popular, pero a la vez comprendemos las dificultades que conllevan vivir una vida aparente.
Con Risky Business estamos ante un joya del cine sobre el despertar adolescente de los 80, que se suma a la saga Porky´s, Footloose, Cry bebe o No puedes comprar mi amor, entre otras.