1972. Godfather. USA. Dr. Francis Ford Coppola
Interesante documento sobre las mafias neoyorquinas
Con El Padrino (1972) propongo una crítica a contracorriente, ya que me encuentro ante una película que no me apasiona. Es una obra que nunca me llevaría a una isla desierta, si tuviera que pasar allí el resto de mis días y sólo tuviera la opción de tomarla o dejarla. (suponiendo que también me dejasen llevar un reproductor con pantalla integrada de DVD).
Obra de estudio sobre la mafia
Dicho lo anterior, ello no quita que El Padrino sea una obra interesante, recomendable para el estudio de las mafias y para aquellos que hacen investigaciones sobre el clientelismo y el patronazgo. También muy recomendable para entender una forma de vida muy anclada en ciertas capas de los países mediterráneos, especialmente de Italia.
No cabe duda de que como documento de la forma de vida, organización y funcionamiento de las mafias, El Padrino tiene un lugar propio en el cine.
Sin embargo, uno empieza a preguntarse si es que la sociedad ha enloquecido cuando en muchos de los rankings de cinefilia aparece la obra de Coppola como la mejor de la historia del cine, con ingentes comentarios y opiniones positivas. Por suerte, no en todos los rankings, pero sí en muchos, algo que empieza a ser preocupante.
No cabe duda de que El Padrino ofrece un planteamiento, hasta cierto punto, seductor, gracias a los ingredientes con los que está cocinada la obra. Y es que, si bien no deberían caber simpatías con ninguno de los personajes del film, paradójicamente el espectador siente hasta cierta compasión y/o identificación por la familia de Corleone.
La extraña sintonía del espectador con la mafia
¿Qué es lo que sucede para que los espectadores acaben sintiendo esa compasión y sintonía con esta pandilla de matones de tres al cuarto? Que esta película hollywoodiense está fabricado con ingredientes muy buenos:
- una música de Nino Rota excepcional.
- una interpretación de Marlon Brando brillante.
- una fotografía de Gordon Willis excelente.
- un guión, con densidad narrativa, del literato Mario Puzo.
- y una dirección solvente de Francis Ford Coopola.
- etc.
No obstante, el espectador no puede dejarse atrapar por la mermelada, dejando de lado la harina. Es cierto que la mermelada es de gourmet, pero la harina, esto es, el producto en bruto, no es más que un buen documento sobre la forma de operar de las mafias. Nada de obra maestra ni de iconografía del celuloide.
Y es que, si a determinada crítica le ha dado por aupar al cine de gangsters a las alturas del podium iconológico, no por ello el resto de personas vamos a compartir tal propósito. Si determinada crítica considera que a este tipo de cine hay que prestarle la mejor silla de la fiesta, el mejor y más excelso asiento entre las representaciones del imaginario colectivo, que no cuenten con todos, al menos no conmigo.
Y vuelvo a reincidir en lo que vengo comentando, es decir, que El Padrino es una obra interesante, recomendable y buen documento de estudio. Nada tengo contra una obra más, bastante resultona, entre las millones de películas que nos ha dado el cine, ya que cada cual puede ser útil para unos propósitos determinados.
Un film sobrevalorado
No obstante, no voy a ser cómplice de puntuar con un 10 a una obra que, en mi opinión, no merece estar en el lugar más alto del cine, aquel donde deberían figurar aquellas producciones que son realmente un servicio a la humanidad, estén o no entre las favoritas de uno, ya sea El gran dictador (1940) de Charles Chaplin, Qué bello es vivir (1946) de Frank Capra o La lista de Schindler (1993) de Steven Spielberg.
Las tres película anteriores, por poner un ejemplo, formaran o no parte del ranking de favoritas de cada cual, no pueden sino puntuarse con un 10 porque son un ejemplo de cine con mayúsculas, pero además de gran trasfondo ético. Como esas, hay muchas más, con grandes mensajes positivos o interesantes reflexiones sobre el devenir de la humanidad.
Si es cine de gangster, 1 punto extra
A la hora de hacer la crítica de El Padrino me pregunto por qué el cine de gangsters tiene tan pocos detractores y tantos seguidores. Los hay que se ceban con la comedia y ponen ceros a diestro y siniestro a producciones tan espléndidas como todo el cine de John Hughes o Blake Edwards, por poner un ejemplo.
Con el drama, la crítica suele contenerse, y no abundan en exceso las opiniones claramente contrarias. Sin embargo, con el cine de gangsters, parece que más gente de la habitual estuviera de acuerdo en que dar buena nota a films sobre personajes pendencieros. ¡Un canto a la ética, sin duda!
Evidentemente, estoy forzando el discurso, para polarizarlo con una intención de aviso para navegantes. Como he venido diciendo, no considero que El Padrino sea una mala obra. Es más, en su momento, contagiado de los seguidores acérrimos de esta obra me pareció ver un gran manantial de poesía negra.
La seducción de la violencia
Sin embargo, flexionando un poco con los años, no creo que recrearse con la llamada lírica de la violencia sea un asunto de brillantez. Ésta puede tener una función cinematográfica determinada, pero nunca podrá igualar a aquellos films que consiguen seducirnos conjugando crítica social, comicidad e ingenio.
Esta crítica o comentario lo dedico a las personas que están cansadas de tanta violencia en los medios de comunicación.
- Puntos positivos: producto interesante sobre el funcionamiento y organización de las mafias, condimentado con una buena banda sonora y escenografía.
- Puntos negativos: la película no es para tanto. Está muy sobrevalorada.
Temas:
- la mafia
- el honor
- la violencia
- la confianza.
- el clientelismo.
- el padronazgo.
- la tradición
- el familismo.
-Mensajes:
- Quien en la mafia se mete, su vida compromete.
- La violencia llama a más violencia.
- Hasta los asesinos piensan que aplican justicia.
- Los sistemas clientelares llevan a la emergencia de la mafias.
- Una vez se entra en la mafia nunca se sale, al menos vivo.
- La familia es sagrada.
- Eslóganes de El padrino
- Una oferta que no podrás rechazar.
- Frases de El Padrino:
1) Le haré una oferta que no podrá rechazar -Vito Corleone (Marlon Brando) a Johnny Fontane.
2) Los italianos piensan que el mundo es tan duro que hace falta tener dos padres, por eso todos tienen un padrino.
3) Cada hombre tiene su propio destino. - Don Vito Corleone (Marlon Brando).
4) Toda mi vida he luchado por proteger a mi familia. -Michael Corleone (Al Pacino).