Interesante documental de la España de los 50
Fuego en Castilla (1960) es la segunda parte del llamado Tríptico elemental de España, dirigido por José Val del Omar y compuesto por Aguaespejo granadino, Fuego en Castilla y Acariño galaico.
Estamos ante una película experimental, subtitulada Tactilvisión del páramo del espanto, sobre las esculturas religiosas religiosas de Juan de Juni y Alonso de Berruguete.
¿Surrealismo?
La obra Fuego en Castilla constituye un ejercicio artístico que entronca con el mejor surrealismo español. La película trata de ser un una mirada simbólica de la "Semana Santa" castellana, haciendo desfilar a toda una serie de símbolos, con los que se construye un retrato moribundo de la España de los sesenta.
El film se inicia, con una frase lapidaria del más famoso poeta español:
En España, todas las primaveras viene la muerte y levanta las cortinas .
(Federico García Lorca)
La España del terror
La trilogía de Val de Omar representa una mirada única al atraso de la España postfranquista. Si a un extranjero le pusiésemos Fuego en Castilla junto a Las Hurdes (1933) de Buñuel querría a toda costa evitar el escenario donde se tomaron estas imágenes, que lamentablemente es nuestra querida España. Un España terrorífica-
Como documental de una época, la obra resulta interesante, pudiendo utilizarse como material de archivo. Es oscura, siniestra, terrorífica, a la vez que nos muestra una España dominada por la religión católica y los jerarcas de la Iglesia, que utilizaban las procesiones y la simbolista religiosa para someter al pueblo.
Poro otro lado, muchas de las escenas de Fuego en Castilla no tienen mucho que envidiar a algunas películas de Ingmar Bergman (ese cielo de La palabra) o David Lynch y su Cabeza borradora, pero con mucho más originalidad.
No es mi película o cortometraje favorito, pero sí se lo recomendaría a los amantes del cine de terror.
Dedico esta crítica o comentario a las pobres gentes de España que fueron manipuladas bajo el reinado del terror y el fanatismo religioso.